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Existen muchas técnicas de creación artística. Desde el dibujo, la pintura al óleo y la acuarela hasta la escultura, entre otras. El mundo de las bellas artes es muy amplio y dentro de las disciplinas artísticas también hay la obra gráfica que, a su vez, conforma un gran abanico de técnicas y procedimientos.
En nuestro artículo ‘Todo lo que hay que saber para comprar obra gráfica‘ ya hablamos de este tipo de obra. Ahora bien, en este post te vamos a a exponer las ventajas que puedes encontrar si quieres coleccionar obra gráfica.
Por qué coleccionar obra gráfica
Precios al alcance de todos
Sí, se puede coleccionar obra gráfica sin necesidad de invertir cantidades astronómicas de dinero. A veces, el desconocimiento hace que muchas personas interesadas en el arte ni siquiera se planteen coleccionar obra gráfica original en su hogar.
Son muchos los factores que influyen en el precio de una obra. En el caso de la obra gráfica, la técnica empleada, el número de ejemplares que constituyen la edición o las dimensiones de la obra pueden ser algunas de las características a tener en cuenta a la hora de hacer tus adquisiciones.
Lógicamente, la demanda que el artista tenga será el factor que más determine el precio de la obra. Podemos adquirir serigrafías de Steve Kaufman o de Shepard Fairey (por decir algunos nombres conocido dentro de este mundo) a partir de 150 euros. El tamaño, la edición, la firma o el año son claves para valorar la obra de cualquier artista a la hora de empezar a coleccionar obra gráfica.
Puede ser una inversión muy rentable
Andy Warhol revolucionó el mercado del arte al utilizar los medios de impresión industriales para crear algunos de sus más importantes trabajos. Durante aquellos años muchas de esas obras seriadas estaban al alcance de la economía del ciudadano medio. Las serigrafías que realizó con la Factoría en 1967 se venden hoy a partir de 100.000 euros cada una y un portfolio completo formado por las 10 Marilyns puede costar un millón y medio de euros.
Otro ejemplo: tan sólo hace unos años Banksy vendía algunas de sus serigrafías como ‘Christ with shopping bags’ o ‘Love is in the air’ por 500 y 100 euros respectivamente. El impacto mediático que este artista urbano ha tenido en la última década provocó una demanda tal, que estas mismas serigrafías alcanzaron precios de remate de más de 20.000 euros cada una.
Con esto te queremos decir que hay artistas que se revalorizan tanto hasta el punto de que puedes coleccionar obra gráfica sin numerar y sin firmar valorada por varios miles de euros. Tampoco hay que olvidar pues, que las obras de muchos de los artistas emergentes de hoy en día pueden llegar a valer una fortuna en un futuro por lo que es un buen consejo fijarse en artistas jóvenes para empezar a coleccionar obra gráfica.
Opción de orientarte a través de los catálogos
Si tienes interés por coleccionar obra gráfica, puede ser que te encuentres con excesiva información: estilos, artistas, galerías… y, por eso, te puede resultar difícil saber empezar a saber por dónde fijarte un objetivo. Muchos artistas tienen su propio catálogo de obra gráfica.
En estos catálogos se especifica el año en el que se realizaron las obras, la imprenta y/o editor y las características más importantes correspondientes a cada una de ellas. El coleccionista puede consultar estos catálogos y asegurarse de que lo que está comprando se corresponde con lo especificado.
Los catálogos nos ayudan a estructurar y organizar nuestra colección. También pueden ser una herramienta útil, no sólo para saber más acerca de una obra concreta, sino también, para conocer la obra gráfica completa de un artista.
Gran diversidad de estilos para enfocar la colección
El grabado, la serigrafía, la litografía… No es raro encontrarse con coleccionistas que únicamente quieren coleccionar obra gráfica que se corresponda con un estilo concreto. Los acabados varían y el dominio de cada una no lo tienen todos los artistas. Por ejemplo, artistas como Antoni Clavé o Andrés Nagel son considerados maestros grabadores por su gran dominio del aguafuerte.
Otro ejemplo: las litografías de Takashi Murakami destacan por tener unos acabados muy depurados y emplear en ellas procedimientos modernos no muy convencionales. Martin Whatsonretoca hace a mano algunas de sus ediciones limitadas y tiene un perfil de personas interesadas en coleccionar obra gráfica.
Posibilidad de adquirir obras exclusivas
Como ya hemos comentado, uno de los factores que más influyen en el precio a la hora de comprar obra gráfica es el tamaño de la edición. Pero éste es un valor relativo ya que una edición grande para un artista puede no serlo tanto para otro con gran demanda. En este artículo te lo contamos: ‘Cómo determinar el precio de una obra de arte’
Además, muchos artistas trabajan individualmente en cada uno de los ejemplares de la edición, de modo que a través de la incorporación de técnicas adicionales como el acrílico o el collage, dotan a cada número de una mayor exclusividad al aportarle un carácter único.
A parte de éstos, hay muchos otros motivos por los que cada vez más personas se deciden a coleccionar obra gráfica. La diversidad de técnicas, los diferentes estilos y la dificultad para encontrar ciertas piezas hacen de esta actividad algo apasionante.
Pero ante todo coleccionar obra gráfica no es solo invertir en arte, también es invertir en ti, en tu desarrollo personal. Si conectas con una obra es muy difícil que te equivoques. El mayor error que puedes cometer es comprar algo que no te encante.
Recuerda: Hay muchísimos artistas jóvenes en el mercado. Actualmente, lo emergente casa más con la idea de investigación. Coleccionar obra gráfica no se puede separar del acto de búsqueda, que es realmente lo que enriquece.
¿Eres coleccionista? ¿Estás pensando en empezar a coleccionar obra gráfica?