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La palabra litografía proviene del término griego “lithos”, que significa piedra y del término “grafia”, dibujo. Fue creada en el año 1796 por el inventor y músico de origen alemán Johann Aloys Senefelder.
Entender el origen para coleccionar litografías
La historia cuenta que Senefelder estaba en su taller cuando su madre le dictó una lista de la ropa que tenía que mandar a lavar, pero como no tenía nada con qué escribir cogió lo único que tena a mano: una piedra caliza y un lápiz graso.
Tal y como refleja esta anécdota, la litografía es una técnica de impresión obtenida a partir de una matriz de piedra. El procedimiento consiste en la reproducción a través de impresión de lo grabado o lo dibujado previamente en una piedra caliza con un material graso.
La principal característica que ostenta la litografía es que se basa en el rechazo natural que se produce entre el agua y la grasa cuando entran en contacto. Al entintar la plancha, cuando el dibujo ya está realizado, la tinta sólo se adherirá a las zonas que han estado tratadas con materia grasa, correspondientes al dibujo. Mientras el resto del imagen, al rechazar el agua la tinta grasa, será escupida y no se imprimirá.
En el siglo XIX el proceso litográfico se consolidó después de un periodo de experimentación y enriquecimiento, pero hay que esperar algunos años para que las litografías adquirieran fama y comiencen a ser utilizadas por artistas de renombre: Pablo Picasso, Marc Chagall, Henri de Toulouse-Lautrec, Edvard Munch, Edgar Degas, Joan Miró, Francisco Goya, Eugène Delacroix, Grant Wood, Antoni Tàpies o David Hockney entre otros.
Al igual que sucede con los libros, comprar y coleccionar litografías es una de cuestión de gustos. Las opciones son innumerables: arte abstracto, pájaros, animales, retratos, dibujos en blanco y negro…
¿Cómo empezar a coleccionar litografías?
Tal y como te contamos en este artículo: ’5 razones para colecionar obra gráfica’, lo primero es investigar al artista: ¿permitió la creación de cientos de litografías o el número es reducido?
Esto, por supuesto afectará el precio final de la litografía. Visitar museos y galerías de arte para buscar impresiones relevantes es una buena idea, podemos acompañar nuestra visita con una biografía del artista para conocer las fechas y detalles. Aprender porque algunas litografías son más importantes que otras es un trabajo que requiere esfuerzo. Es importante conocer que no sólo artistas de renombre crearon litografías, muchos artistas menos conocidos también crearon parte de su obra utilizando este método.
Una litografía firmada y numerada es potencialmente más cara, al igual que sucede con los libros. Es emocionante poseer un ejemplar firmado por alguien que admiras, aunque posiblemente sea un poco más caro. En este artículo te detallamos más este tema: ‘Cómo determinar el precio de una obra de arte’.
También debemos entender el propósito de la litografía. ¿Está diseñada como una pieza de arte única y separada o se trata de una ilustración para un libro?. A veces algunas litografías aparecen separadas de los libros para ser vendidas como una pieza de arte única.
Entender la historia y la condición de la litografía también es importante, tal y como te hemos contado más arriba. ¿Quién era el antiguo poseedor?, ¿tiene algún desperfecto?
Las manchas no son lo peor que le puede ocurrir a una impresión. También debes cuestionar la calidad del papel. ¿Es una impresión con más de cien años que aún se conserva en buen estado?
Las impresiones son frágiles, por eso a veces tienen manchas de óxido. Si la impresión ha sido enmarcada, debemos observar si el marco ha afectado a la impresión. Las impresiones a veces pueden venderse enmarcadas pero normalmente las encontraremos sin marco.
Las litografías son, pues, auténticas obras originales de arte de las que existen únicamente los ejemplares numerados y firmados por el autor – siempre en tiradas muy cortas – con un total conocido y cuya plancha para la impresión, cualquiera que sea el procedimiento utilizado, ha sido destruida.
No se trata de «reproducciones» de un original, sino del mismo original del que existe un número controlado de ejemplares. Como ves, la mayoría de grandes pintores se ha dedicado a la litografía. Ésta tiene la ventaja de resultar más asequible a la vez que mantiene las características de los cuadros: la calidad y el valor, la categoría de inversión y la revalorización.
Así que, si te interesa coleccionar litografías, puedes echar una ojeada en esta página web donde podrás encontrar una gran cantidad de litografías y otros estilos de obras gráficas.
¿Quieres conocerlas?