Una manera diferente de ver obras de arte, una forma diferente de comprar. Para muchos nuevos coleccionistas, enfrentarse por primera vez a una pieza puede suponer un auténtico quebradero de cabeza.
En este artículo, ‘Pautas para coleccionar litografías de obra de arte emergente’ te contábamos qué debes tener en cuenta para adquirir una obra de arte. A continuación, te explicamos cómo debes observar una obra: ¿De qué época y estilo es? ¿Cuánto debería costar? ¿Son correctos los datos que ofrece el vendedor? ¿Está bien conservada? Las preguntas acechan y saber responder a ellas marca la diferencia entre una adquisición y otra.
Por eso, a veces, cuando visitamos un museo o una galería de arte, ocurre que nos toca enfrentarnos a unas obras que no sabemos bien cómo interpretar. ¿Qué quiere decir con esto?, ¿en qué me tengo que fijar?, ¿con qué otro artista podría relacionarlo?
Claves para estudiar los tipos de obras de arte
- Los materiales y las técnicas:
Los materiales y las técnicas son básicos, pues es el medio de expresión que ha escogido el artista y el lenguaje a través del cual nos habla. No es lo mismo crear una acuarela de factura rápida que un óleo, mucho más lento en su elaboración; no es lo mismo modelar una escultura de barro que fundir una de hierro.
Pero los materiales y las técnicas no solo son importantes en el proceso de creación, sino que también son fundamentales en el resultado final: frente a una acuarela luminosa de colores transparentes, un óleo de colores opacos y pesados; frente a una superficie rugosa y porosa de la cerámica, una superficie brillante y pulida del metal.
Todo esto se hace especialmente importante cuando varios materiales son mezclados en una misma obra, pues entonces se produce un juego de texturas y de procesos de elaboración que enriquecen el lenguaje del artista.
- Los colores:
Los colores tienen un lenguaje propio, que muchas veces está vinculado a ciertos significados que la sociedad les ha atribuido. Sin embargo, en una obra de arte muchas veces intervienen más de un color, generando armonías cromáticas o todo lo contrario.
- Las formas:
Las formas son los elementos básicos con los que artista crea su obra. Mientras algunos optan por una abstracción en la que juegan con figuras geométricas, otros recurren a imágenes figurativas con elementos perfectamente reconocibles; mientras unos utilizan formas sinuosas en las que predomina la línea curva, otros emplean formas quebradas en las que predominan las líneas rectas.
- El formato:
El formato y el tamaño de la obra también son otros elementos a tener en cuenta, no solo por las dificultades técnicas que pueden acarrear unas obras de grandes dimensiones o de dimensiones muy reducidas, sino también porque su finalidad puede estar condicionada por este factor. Así, por ejemplo, un cuadro de grandes dimensiones puede estar destinado a la sala de un museo, pero no al salón de un particular.
- Influencias y relaciones:
También es importante establecer vínculos con otros artistas. Las influencias de otros artistas pueden ser más o menos conscientes en un creador y es posible que nosotros podamos establecer relaciones que van más allá de realidad. Sin embargo, independientemente de la existencia real o no de una influencia a la hora de crear, para el observador puede ser importante establecer estos vínculos para enriquecer su experiencia y disfrutar más de la observación de la obra.
Pero en realidad, ¿estamos disfrutando del arte? Los museos están cambiando y buscando cada vez más estrategias para acercar las obras al espectador.
Además, nada se compara con disfrutar de una pieza de arte en vivo y en directo, y los museos son unos de los sitios en donde podemos hacerlo. Como decía Maxine Greene del Lincoln Center, no se trata de “consumir obras de arte, [sino de] encontrarnos con ellas”
En consecuencia, a continuación te sugerimos, a parte de las claves dichas anteriormente, siete formas distintas de mirar una obra de arte.
- Observa los detalles y toma perspectiva:
La mayoría de las ocasiones, nos paramos frente a la obra a más o menos un metro de distancia y la observamos en su totalidad. Sin embargo, esto hace que nos perdamos de pequeños detalles que la hacen especial (el tipo de trazos que usó el pintor, los materiales y movimientos, imágenes ocultas,…).
Para tomar perspectiva, intenta observar la pieza desde distintos ángulos, de cerca y de lejos, y desde distintos puntos de la habitación. Para ver detalles, cierra un ojo y pon tus manos alrededor del otro, formando una especie de telescopio o saca la cámara de tu celular para hacer zoom en ciertas secciones. Analiza la obra detalladamente.
- Dibuja la obra:
Desde hace un par de años, el Rijksmuseum en Ámsterdam prohibió la toma de fotografías dentro del museo y comenzó a ofrecer papel y lápiz a los visitantes para que dibujen la obra.
Hacer un boceto de la pieza o de una parte de ella, hará que la observes detalladamente y que le dediques varios minutos.
- Entra a la pintura:
Después de observar la obra, cierra los ojos por un momento e imagínate que tú estás dentro de la pieza. Pregúntate: ¿A qué huele? ¿A qué sabe? ¿Qué más ves? ¿Quién más está allí? ¿Hace frío o calor? ¿Qué sientes?
- Ponle un soundtrack:
Parece raro pero hay expertos que lo recomiendan. Llévate al museo tu dispositivo mp3 o tu móvil cargado con música y unos audífonos. Actividades interesantes incluyen encontrar una canción que decidas se relacione con la obra que estás observando, o contemplar la pieza escuchando distintas canciones que aparezcan de forma aleatoria. ¿Cómo cambia la experiencia con cada una? ¿Qué más ves?
- Inventa la historia:Muchas piezas de arte tienen una narrativa. Contempla la obra y piensa: ¿Quién vivió aquí o quiénes son estas personas? ¿Cuál es su historia? ¿Qué sucedió antes de lo que me muestra el cuadro o la escultura? ¿Qué sucederá después?
6. Dale un título:
Antes de apresurarte a leer la cédula de la obra, observa la pieza y reflexiona: ¿Qué título le pondrías? ¿Por qué? Lee, luego, la cédula y compara el título que tú le diste con el real.
- Compara y encuentra la relación:
Observa la obra en comparación con otra que esté a su lado. ¿De qué forma son iguales? ¿En qué manera son diferentes? ¿Qué relación guarda la una con la otra? ¿Por qué las habrá puesto juntas el curador?
Unas consideraciones y recomendaciones finales, para sacarle todo el jugo a tu visita:
- Antes de ir al museo, investiga un poco sobre el contexto del artista, la temática o la exposición. Así podrás disfrutar mejor de las obras y no llegarás en blanco.
- Seguramente, no vas a poder ver todo —al menos, no detalladamente—. Concéntrate en las obras que se te hagan interesantes o te llamen la atención, y dedícales tiempo.
Cada vez, la oferta cultural se amplía más. Aprovechemos estas oportunidades para tener experiencias estéticas profundas y auténticamente transformadoras.